Paula Vázquez Verao presentou o seguinte rogo no pleno de xullo:
"O pazo de Sober foi inaugurado con gran boato polas administracións públicas (que o subvencionaron) e a súa posta en marcha foi “vendida” polo concello e polo PP durante a campaña electoral das municipais como a gran esperanza do emprego en Sober.
Dado o manifesto fracaso da estratexia turística do pazo, o pleno de Sober – e a súa veciñanza – merecen coñecer a situación do hotel, polo que propoñemos ao goberno municipal a convocatoria dun pleno extraordinario – ao que se convide a sindicatos, traballadores/as, administracións públicas implicadas, dirección do hotel, etc – para explicar á veciñanza a situación do hotel Pazo de Sober."
A alcaldía comprometeuse a seguir de perto a evolución do hotel - nestes momentos parece que en venta - e informar ao pleno.
Dado o manifesto fracaso da estratexia turística do pazo, o pleno de Sober – e a súa veciñanza – merecen coñecer a situación do hotel, polo que propoñemos ao goberno municipal a convocatoria dun pleno extraordinario – ao que se convide a sindicatos, traballadores/as, administracións públicas implicadas, dirección do hotel, etc – para explicar á veciñanza a situación do hotel Pazo de Sober."
A alcaldía comprometeuse a seguir de perto a evolución do hotel - nestes momentos parece que en venta - e informar ao pleno.
El del Palacio de Sober no pasaría de ser otro ERE más de los muchos que proliferan ahora en la provincia de Lugo si no fuera porque el proyecto recibió una ayuda del Igape estimada en más de cuatro millones de euros. La receptora de esta subvención del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) es la empresa Alvaher 98, propiedad del empresario cárnico madrileño Alberto Vaquero y de su hija Alicia. Esta firma había comprado el palacio a la familia de la delegada de la Xunta en Lugo, Raquel Arias. El nuevo propietario rehabilito el edificio y logró la consideración de hotel de cinco estrellas.
ResponderEliminarelpais.com
El sueño de Raquel Arias
ResponderEliminarAdemás, el representante del PSOE no dejó pasar la ocasión sin recordar que el edificio originario y su parcela eran propiedad de familia de la entonces alcaldesa de Sober, Raquel Arias, hoy delegada del Gobierno gallego en Lugo. Ella misma, dice Tomé, estuvo implicada personalmente en un proyecto del que dijo el día de la inauguración «era un soño persoal».
Una vez terminado el debate y votada la moción, José Tomé dijo confiar en que esta resolución desbloquee un problema que está poniendo en peligro el futuro de algunas de las empresas acreedoras y recordó que el Igape no puede alegar falta de fondos, porque en el 2010 «non executou máis que un 19% do seu orzamento». Por su parte, Daniel Varela, el parlamentario del PP que defendió la enmienda al texto inicial, recordó que «en aras da transparencia» es preciso que las empresas que quieren cobrar del Igape demuestren que antes hicieron las inversiones previstas.
lavozdegalicia.es/lemos/2011/06/08
La construcción del complejo, que fue inaugurado en octubre de 2010, resultó una tarea salpicada de problemas por los retrasos en los pagos, de casi un millón de euros, a los 20 proveedores locales que realizaron los trabajos para la constructora subcontratada, Pérez Zafra. Incluso causó una bronca en el Parlamento gallego a cuenta de las críticas del diputado socialista José Tomé, que puso de manifiesto la vinculación de la familia de Raquel Arias, actual delegada territorial de la Xunta en Lugo, con el pazo. Los padres de Arias eran los propietarios de las ruinas, que según recuerda Tomé compraron “por 18 millones de las antiguas pesetas” (108.000 euros) en los años 90 y vendieron “multiplicando su precio” al empresario madrileño que inició la recuperación en 2008. Para Tomé, los retrasos de la Xunta en abonar las ayudas crearon un cuello de botella que puso contra las cuerdas a muchos proveedores.
ResponderEliminarccaa.elpais.com/ccaa/2012/10/05galicia